
Urgen ley inquilinaria para rentas en CDMX
Ante el alza de precios, especialistas exigen una nueva ley inquilinaria que ponga orden en el mercado.
Especialistas en urbanismo han lanzado un llamado urgente al gobierno capitalino para crear una nueva ley inquilinaria. El objetivo es establecer un marco regulatorio que ponga orden en el creciente mercado de rentas de la CDMX. Esta iniciativa busca proteger los derechos de los inquilinos frente a aumentos desmedidos, pero también garantizar la seguridad jurídica de los arrendadores. La situación actual, marcada por la gentrificación y la especulación, ha dejado a miles de personas vulnerables, con acuerdos informales o contratos sin protección real. La falta de una legislación actualizada convierte el acceso a una vivienda digna en un enorme desafío financiero y personal para gran parte de los capitalinos.
El fenómeno se agrava por dinámicas económicas como la llegada de "nómadas digitales" y la proliferación de alquileres turísticos en plataformas digitales, que han intensificado la presión habitacional. Zonas como la Condesa o Roma ven sus precios dispararse, desplazando a residentes locales y alterando el tejido social. Sin una regulación adecuada, el mercado de rentas opera bajo una lógica de máxima ganancia que ignora las necesidades de quienes viven y trabajan en la ciudad. Esto evidencia la urgencia de políticas públicas que equilibren el desarrollo económico con el derecho a la vivienda, un tema clave para la estabilidad social de la metrópoli.
La propuesta de ley va más allá de un simple control de precios; busca implementar un sistema de equidad. Esto incluye estandarizar contratos, definir criterios claros para los ajustes anuales de renta ligados a la inflación y crear mecanismos de mediación ágiles para resolver conflictos. Para el arrendador, una ley inquilinaria moderna significaría mayor certeza sobre sus derechos, reduciendo riesgos. Para el inquilino, representaría la posibilidad de planificar sus finanzas sin el temor a un incremento insostenible. Se trata de fomentar una relación transparente, clave para un mercado inmobiliario sano y predecible para todos los involucrados.