
Tasa de desempleo en México se ubica en 2.7%
La tasa de desempleo en México se mantiene estable, revelando un mercado laboral con desafíos persistentes.
La tasa de desempleo en México se mantuvo firme en 2.7% al cierre de junio, de acuerdo con las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este indicador, que mide a la población que busca activamente un trabajo sin encontrarlo, presenta una ligera disminución si se le compara con el 2.8% registrado en el mismo mes del año anterior, pero se mantiene sin cambios respecto a mayo de este mismo año. Dicha estabilidad en el indicador sugiere un mercado laboral que, si bien no muestra un deterioro, tampoco evidencia una expansión acelerada en la creación de nuevas plazas formales. La cifra se enmarca dentro de una economía que enfrenta tanto oportunidades, como el fenómeno de la relocalización de empresas o nearshoring, como desafíos persistentes, incluyendo una inflación que afecta directamente el poder adquisitivo de los salarios y el bolsillo de las familias mexicanas.
Analizar este 2.7% requiere una mirada más profunda que el simple porcentaje. El Inegi considera dentro de la Población Económicamente Activa (PEA) a millones de personas, y esta tasa representa a quienes no tuvieron ni una hora de trabajo remunerado en la semana de referencia. Sin embargo, el gran reto para la economía nacional no reside únicamente en la desocupación, sino en la subocupación y la informalidad. Muchos de los empleos disponibles se encuentran en el sector informal, careciendo de prestaciones básicas como seguridad social, aguinaldo o acceso a créditos para vivienda. Por lo tanto, aunque la tasa de desempleo en México se mantenga en niveles históricamente bajos, la calidad y la precariedad de las ocupaciones existentes continúan siendo el verdadero termómetro del bienestar económico para una gran parte de la población trabajadora del país.
El comportamiento del empleo varía considerablemente entre los distintos estados y sectores productivos de la República. Mientras que las regiones con mayor vocación industrial y exportadora pueden estar generando vacantes a un ritmo constante, otras zonas, especialmente en el sur del país, enfrentan realidades más complejas. La persistencia de la tasa en 2.7% puede interpretarse como un signo de resiliencia económica, pero también como un llamado de atención para la implementación de políticas públicas que no solo fomenten la creación de empleos, sino que garanticen que estos sean de calidad, con salarios dignos y con la protección social necesaria para fortalecer el mercado interno y mejorar la calidad de vida de los mexicanos. La estabilidad es un punto de partida, pero el objetivo debe ser un crecimiento inclusivo y sostenible.
Esta cifra de desempleo, aparentemente estática, es un indicador crucial para entender el pulso de la economía mexicana actual. Para el ciudadano, significa que aunque las oportunidades de encontrar un empleo se mantienen, la discusión debe centrarse ahora en la calidad de esas vacantes: los salarios, las prestaciones y la seguridad laboral. Vigilar esta métrica es fundamental, ya que anticipa la capacidad de consumo de la población y la salud general del mercado interno en los próximos meses.