
La inflación en México da un respiro: baja 3.55%
La baja en la inflación en México supera expectativas y abre la puerta a futuras reducciones de tasas de interés.
La inflación en México registró una notable desaceleración en la primera quincena de julio, ubicándose en 3.55% a tasa interanual. Este dato del INEGI fue más favorable de lo anticipado, representando una disminución clara frente al 4.32% de junio. La moderación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) sugiere que las presiones sobre los precios ceden, ofreciendo un panorama alentador para la economía nacional y el poder adquisitivo de los hogares.
El descenso se explica en gran medida por la inflación no subyacente, que incluye productos volátiles como energéticos y agropecuarios. No obstante, la inflación subyacente, un indicador clave para el Banco de México (Banxico) por excluir dichos elementos, también mostró alivio. Esta métrica es fundamental porque refleja la tendencia de fondo de los precios, brindando una señal más clara a las autoridades monetarias sobre la trayectoria económica y la estabilidad de costos a mediano plazo.
Este respiro en el alza de precios tiene implicaciones directas para la política monetaria. Un entorno inflacionario menos presionado otorga a Banxico mayor margen para evaluar sus decisiones sobre la tasa de interés. Si la tendencia se consolida, podría abrir la puerta a nuevos recortes, abaratando el crédito para empresas y familias, incentivando así la inversión y el consumo como motores del crecimiento económico.
Esta moderación de precios es clave para la estabilidad de México. Para el bolsillo del ciudadano, representa un alivio tangible, ya que el ritmo del costo de vida se ralentiza. Esto impacta directamente en la capacidad de compra, desde el gasto en el supermercado hasta la planificación financiera a largo plazo, ofreciendo un horizonte de mayor previsibilidad en un entorno económico que aún presenta desafíos.