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Economía de México: Tocar Fondo en 2025
Calificadora japonesa prevé un estancamiento para luego retomar el avance moderado en la economía de México.
Forbes Staff
La economía de México se prepara para un periodo de desaceleración en 2025, proyectado como un punto de inflexión antes de una recuperación moderada hacia 2026. Según la Japan Credit Rating (JCR), que recientemente ratificó la calificación crediticia del país en 'A-', este estancamiento temporal será seguido por un renovado impulso. La agencia japonesa basa su pronóstico en la expectativa de que la demanda interna se mantendrá como el pilar fundamental del comportamiento económico, apoyada por una masa salarial creciente y la fortaleza de las remesas.
Este dinamismo del consumo interno será crucial para navegar el complejo escenario del próximo año. La JCR anticipa que factores como las medidas de apoyo a la industria, en especial el fenómeno del nearshoring, y una eventual disminución en las tasas de interés por parte del Banco de México (Banxico), sentarán las bases para el crecimiento futuro. Aunque el proceso de relocalización de cadenas de suministro ha sido más lento de lo esperado, su potencial para atraer inversión extranjera directa sigue siendo un factor clave para la perspectiva a mediano plazo.
No obstante, el panorama no está exento de desafíos. La calificadora señala la importancia de mantener la disciplina fiscal, especialmente durante el periodo de transición gubernamental. La nueva administración deberá gestionar cuidadosamente el gasto público y asegurar un entorno de certidumbre para los inversionistas. La estabilidad macroeconómica, que ha sido una fortaleza para la economía de México en años recientes, dependerá de la continuidad de políticas fiscales prudentes y de la capacidad para fortalecer el Estado de derecho, un aspecto fundamental para consolidar la confianza empresarial.
Con estas bases, el 2026 se perfila como el año del repunte. La JCR proyecta que, una vez superada la fase de ajuste de 2025, el país retomará una senda de avance moderado pero sostenido. La combinación de una demanda interna resiliente, el anclaje de la inversión por el nearshoring y un entorno de tasas de interés más favorable, permitirá que el Producto Interno Bruto (PIB) vuelva a expandirse, consolidando la recuperación y abriendo nuevas oportunidades de desarrollo.
Este dinamismo del consumo interno será crucial para navegar el complejo escenario del próximo año. La JCR anticipa que factores como las medidas de apoyo a la industria, en especial el fenómeno del nearshoring, y una eventual disminución en las tasas de interés por parte del Banco de México (Banxico), sentarán las bases para el crecimiento futuro. Aunque el proceso de relocalización de cadenas de suministro ha sido más lento de lo esperado, su potencial para atraer inversión extranjera directa sigue siendo un factor clave para la perspectiva a mediano plazo.
No obstante, el panorama no está exento de desafíos. La calificadora señala la importancia de mantener la disciplina fiscal, especialmente durante el periodo de transición gubernamental. La nueva administración deberá gestionar cuidadosamente el gasto público y asegurar un entorno de certidumbre para los inversionistas. La estabilidad macroeconómica, que ha sido una fortaleza para la economía de México en años recientes, dependerá de la continuidad de políticas fiscales prudentes y de la capacidad para fortalecer el Estado de derecho, un aspecto fundamental para consolidar la confianza empresarial.
Con estas bases, el 2026 se perfila como el año del repunte. La JCR proyecta que, una vez superada la fase de ajuste de 2025, el país retomará una senda de avance moderado pero sostenido. La combinación de una demanda interna resiliente, el anclaje de la inversión por el nearshoring y un entorno de tasas de interés más favorable, permitirá que el Producto Interno Bruto (PIB) vuelva a expandirse, consolidando la recuperación y abriendo nuevas oportunidades de desarrollo.