
Aranceles elevan precios del café en México
La ONU advierte que barreras comerciales afectarán los precios del café y el bolsillo de los mexicanos.
Los precios del café y el cacao en México enfrentan una seria amenaza de encarecimiento, una situación que impactaría directamente en la economía de millones de hogares. La advertencia proviene de una voz autorizada a nivel mundial, Álvaro Lario, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de la ONU, quien desde territorio mexicano alertó sobre las consecuencias de posibles aranceles y barreras comerciales impulsadas desde Estados Unidos. Estas políticas proteccionistas, según el directivo, no solo complican el comercio internacional, sino que terminan por trasladar los costos adicionales directamente al consumidor final, encareciendo productos de alto consumo en el país.
El impacto de estas medidas arancelarias se sentiría de manera tangible cada mañana en la taza de los mexicanos. Un aumento en los aranceles a la importación de productos básicos como el café y el cacao obligaría a las empresas distribuidoras y comercializadoras a ajustar sus finanzas, un costo que inevitablemente se reflejaría en el ticket de compra. Esta dinámica inflacionaria afectaría no solo a los productos importados, sino que podría generar una presión al alza en toda la cadena de valor, incluyendo a los productos de origen nacional. La Secretaría de Economía y el Banco de México monitorean de cerca estas variables, pues un choque de esta naturaleza puede desestabilizar las proyecciones de inflación.
Para México, cuya economía está profundamente integrada con la de su vecino del norte a través del T-MEC, la imposición de nuevos aranceles representa un factor de incertidumbre considerable. Más allá de los precios del café, estas tensiones comerciales ponen en riesgo la estabilidad de las cadenas de suministro y podrían afectar la competitividad de otros sectores productivos. La medida resuena como un eco de políticas pasadas que buscan proteger mercados internos, pero que, en un mundo globalizado, generan efectos colaterales que perjudican el poder adquisitivo de la población y complican la gestión económica nacional, repercutiendo en el bienestar general de las familias mexicanas.