
Arancel de Trump amenaza empleos en São Paulo
El posible arancel de Trump no solo amenaza a Brasil; podría tener un eco en la economía de toda la región.
El fantasma de una guerra comercial resurge. La advertencia del gobernador de São Paulo es contundente: la posible aplicación de un arancel de Trump del 50% a productos brasileños podría eliminar 120,000 empleos en la región a partir de agosto. Esta medida, enmarcada en una plataforma proteccionista, no solo amenaza al motor industrial de Brasil, sino que enciende las alarmas en América Latina, región conectada por lazos comerciales. La noticia subraya la vulnerabilidad de las economías emergentes ante las decisiones de las grandes potencias, generando una incertidumbre que podría frenar inversiones clave y el crecimiento económico.
Para México, un escenario así no es ajeno. Nuestro país ha navegado en repetidas ocasiones las aguas de las negociaciones comerciales con Estados Unidos, como durante la modernización del T-MEC. La imposición de un arancel tan alto a un socio latinoamericano como Brasil sienta un precedente preocupante. Demuestra que las tácticas de presión comercial siguen siendo una herramienta en la política exterior estadounidense, lo que podría afectar la estabilidad de las cadenas de suministro regionales donde participan empresas mexicanas. La competitividad de productos mexicanos también podría alterarse si otras naciones enfrentan barreras similares, modificando los flujos de comercio global.
El impacto de este posible arancel de Trump se sentiría con fuerza en sectores como el automotriz, agrícola y de manufactura, donde la colaboración y competencia entre Brasil y México es notoria. Una contracción económica en el gigante sudamericano reduciría su capacidad de compra, afectando indirectamente a las exportaciones mexicanas hacia ese mercado. Además, la inestabilidad financiera podría provocar una fuga de capitales de mercados emergentes, fenómeno que históricamente ha golpeado al peso mexicano. Lo que sucede en São Paulo no es una noticia lejana, sino un indicador de los desafíos económicos que la región podría enfrentar, obligando a empresas y gobierno mexicano a monitorear la situación.